viernes, 23 de febrero de 2018

VENEZIA, VENEZIA...



Venezia, Venezia... Mágica es como describiría yo a esta maraña de calles y canales, con tanto encanto como turista en los momentos más concurridos.

Saturado? Sí, en horas y zonas punta.


 








Tranquilo? Sí, definitivamente. Pero fuera de horas y zonas punta. 



Siete días dan para bastante en Venecia, en este caso los últimos de agosto. Hemos recorrido todos sus barrios, gran parte de su canales y calles, hemos visitado monumentos y exposiciones sin público, sin pagar entrada y sin colas. Habrá gente que dirá: "no es posible, mienten" y unas cuantas fotos les llevarán la contraria. El secreto? vamos a ser egoístas y nos lo guardamos en el bolsillo... y por si alguno se lo está preguntando, nada fuera de la legalidad.





Nuestra base de operaciones, a unos minutos en bus del aeropuerto Marco Polo  y a dos paradas de Venezia: el Camping Venezia Village. Práctico, limpio, cómodo... muchas ventajas. Repetiríamos sin dudarlo un solo segundo PÁGINA WEB CAMPING.


Sobre Venecia hay muchísima información de todo tipo en Internet, así que no me dedicaré yo a explicar demasiadas cosas sobre la historia o monumentos de la ciudad. Eso sí, contaré algunas curiosidades que hemos descubierto. 

 






 











Por qué visitar Venecia en este preciso momento? Tuve el placer de conocerla en mi primer viaje sola, nada más empezar a trabajar y con los ahorros de los primeros seis meses de sueldo, allá por el año 1990 (madre mía, cómo pasa el tiempo...). Después la visitaría de nuevo en compañía de Nemesio, en el año 2005, justo el año que compramos nuestra k75. Y la idea que teníamos en mente es que el primer viaje en avión que recuerde nuestro hijo cuando crezca sea este. El caso es que ha vuelto con la idea de montar su propio negocio de taxis en Venecia y luego traérselo a la Ría de Vigo; eso sí, a la familia nos cobrará algo menos que al resto.




Un tanto por ciento muy alto de personas que visitan Venecia lo hacen por uno, dos o tres días, ahí la razón por la que las zonas más conocidas estén tan concurridas. Teniendo en cuenta que hay muchísimo extranjero, pensad en sus horarios y mantened los españoles, ahorraréis en colas y ganaréis en tranquilidad.



Spritz!! esa es la palabra clave para refrescarse en verano. Tiene alcohol, así que no es apto para menores. No es una bebida dulce, deja un regusto amargo, perfecto para calmar la sed (2 medidas de Aperol, 2 medidas de Prosecco o cava, 1 medida de soda o agua con gas, 1 rodaja de naranja, hielo). Pedidlo en los lugares en los que veais cómo lo preparan, ya que también lo hay de pega, ya preparado y no es el mismo sabor.




Venecia, ciudad con forma de pez, formada por 118 pequeñas islas, separadas por 177 canales y a su vez unidas por 400 puentes. Imaginaos el coraje de los comerciantes romanos que, en los años finales del Imperio Romano de Occidente, huyendo de sus enemigos los bárbaros, decidieron construir una ciudad en una serie de islotes situados en una zona pantanosa e incultivable. 
De la necesidad de moverse utilizando siempre embarcaciones, surgió la flota más potente del Mediterráneo y de la exigencia de ganarse la vida con el comercio, al no poder cultivar la tierra, resultó la mayor potencia mercantil de la época. 
Lograron mantener su independencia durante más de mil años y transformaron aquel territorio inhóspito en la maravilla que es hoy, una de las ciudades más bellas del mundo.


 












 












 













 

Venecia no tiene cimientos, ya que el fondo es barro y en él no se puede construir. Si fuera posible dar la vuelta a la ciudad como a una tortilla, la imagen resultante sería un grandísimo bosque de madera, ya que la ciudad está construída sobre pilares hechos con grandes troncos de árboles (i piloti), llevados desde el norte de Italia, Austria, Eslovenia y Croacia. El número de "piloti" supera los veinte millones, aquí tenéis algunos ejemplos: La Basílica de La Salute, a la entrada del Gran Canal, se asienta sobre un millón cien mil "piloti"; el Puente Rialto, sobre dieciséis mil; y la Plaza de San Marco, con el Palacio Ducal, la Basílica, el Campanile y otros edificios, sobre unos tres millones. Impresionante, no?





 


































Los “pilares” miden unos tres metros de altura por medio de diámetro y, con el extremo inferior afilado, se hunden en el fango hasta dejarlo a ras de fondo. Puestos uno al lado del otro se crea una plataforma rígida que después se cubre con bloques de piedra y esta, a su vez, con las losas del pavimento.






















Cómo es posible esto? en el fondo, la madera petrifica debido a la falta de oxígeno y a los minerales que absorben sus poros. Además, la madera, al ser elástica, se adapta perfectamente a los cambios de presión, tensión y temperatura y el resultado es como si toda la ciudad estuviese descansando sobre un suelo de tarima que se adapta y se ajusta al peso de una persona.




















Los pozos y las fuentes de Venecia:

Cuando paseas por la ciudad, es inevitable no fijarte en los numerosos pozos que la salpican. 
En su día, los habitantes de Venecia acudían a ellos para abastecerse de agua potable. A finales del siglo XIX, se llevó a cabo la construcción de una canalización para llevar el agua potable desde tierra firme hasta la isla de Venecia. La solución que encontraron fue la de aprovechar el agua de la lluvia para abastecer a la población y almacenarla en previsión de las épocas de sequía. El sistema consistía en excavar bajo las plazas y disponer bajo su pavimento un relleno de arena que sirviera de almacenamiento y de elemento de filtrado y que luego soportaba el enlosado. 




 









 
 
Las numerosas fuentes existentes en Venecia son todas de agua potable y rica, así que es mejor llevar una botella e ir rellenando a medida que se agote. Las hay por todas partes y el ayuntamiento recomienda esta práctica, para reducir residuos.

 
Las "altanas" de Venecia:

Se llaman así las terrazas que se ven sobre un gran número de edificios. Tienen un origen muy antiguo (siglo XV aprox) y se usan para tender la ropa, airear la casa, aportar iluminación natural o para otear el horizonte. Todo esto debido a la disposición urbanística tan complicada de la ciudad, con casas pegadas entre sí y calles muy estrechas, lo que impide la aireación o el asoleamiento directos.





Tráfico en los canales: 

Lo más económico, el vaporetto (el equivalente a los autobuses urbanos). Lo más caro, los taxis y las góndolas.Las ambulancias, policía, bomberos, barrenderos, reparto de víveres, lavanderías... todos son barcos de diverso tamaño y aspecto, lo que da a los principales canales (sobre todo el Canal Grande) un movimiento espectacular de embarcaciones hacia uno y otro lado. 




 
Los barrios de Venecia:

San Marco (el más antiguo y pequeño), Sao Polo (de los más antiguos y bonitos), Dorsoduro (el universitario), Cannaregio (el más poblado), Castello (el más grande), Santa Croce (el menos turístico).

En nuestra visita los hemos ido descubriendo todos, paseando sus calles y canales con calma. 



 













 













Bienale de Arte:

Nuestro viaje ha coincidido con la Bienal de Arte. La mayor parte de las exposiciones son gratuítas y no hay casi visitantes, así que nos hemos encontrado las salas casi vacías. También hay exposiciones en varios jardines o en la calle. 







Especial mención para la obra levantada para la 57ª edición de la Bienal por Lorenzo Quinn, "Support", que pretende sensibilizar sobre los efectos destructivos del cambio climático; unas manos que evitan que el edificio (uno de los palacios situados en el Canal Grande) sea tragado por las aguas.


 
Burano:

Mi debilidad desde que la conocí, Burano (un archipiélago de 5 islas unidas entre sí por puentes sobre canales), con sus casas de colores y su tranquilidad (la calle principal llena de gente, las demás poco transitadas), con sus gentes sentadas en los portales, sus encajes,.... 
Por qué son tan coloridas las casas? Según la leyenda, en invierno la laguna se llena de niebla, y los pescadores decidieron pintar las casas para reconocerlas con más facilidad una vez regresaban a la isla. 
Su producto más famoso es el encaje. Varias teorías narran sus orígenes, alguna romántica y otra con origen en la confección y reparación de redes de pesca. Yo me inclino por esta última, ya que sería lo mismo que ocurrió con Murano, el afan del Dux por mantener a los artesanos controlados.


























Murano: 

Para prevenir los incendios en tierra firme causados por el proceso de elaboración del vidrio, Murano fue elegida como fábrica flotante. Los vidrieros tuvieron algunos privilegios concedidos por el Dux, como el poder llevar espada y gozar de algunas inmunidades, pero nunca fueron autorizados a abandonar la república, para no difundir sus secretos; de ahí que fueran fácilmente controlables si vivían y trabajaban todos en la misma isla.


 
Las góndolas:

Si hay un símbolo por excelencia que define Venecia, son las góndolas. Es uno de los medios más caros para recorrer los canales, y se ven sobre todo en la zona de San Marcos. Todavía existe alguna de las antiguas, llamadas "traguetto", muy baratas y que se utilizan para cruzar un canal. Quedan muy pocas paradas de "traguetto", y si vais con niños, les hará ilusión subirse, si no tenéis pensado pagar por un paseo en las otras. Son más grandes, sube toda la gente que cabe, sale cuando se llena y normalmente las manejan dos gondoleros. Existen alrededor de 350 góndolas que manejan aproximadamente unos 400 gondoleros, todos hombres hasta el año 2010, en que empezó a trabajar la primera mujer gondolera. En el siglo XVI circulaban unas 10.000 góndolas por los canales de Venecia, ya que era el principal medio de transporte.

 












 




















Las góndolas se fabrican con 280 piezas diferentes. La primera fuente documental en la que se habla de una góndola es del años 1094. En principio eran todas negras debido a la brea que se usaba para calefactarlas y el aspecto nada tenía que  ver con las actuales. Luego los nobles fueron convirtiéndolas en objeto de lujo, decorándolas a cada cual con más boato. Finalmente, se impuso la norma de que todas fueran negras, para evitar tanto exceso decorativo. El aspecto actual data de finales del s. XIX o principios del XX. Quedan muy pocos "squeri" (astilleros) que las fabriquen.




 
En la proa llevan un peine característico o hierro de proa. Tiene seis puntas hacia delante, que simbolizan los seis "sestrieri" de Venecia, una punta hacia atrás que simboliza la isla de la Giudecca, el arco sobre el diente más elevado simboliza el Puente de Rialto y la "S" que va de arriba abajo, simboliza el Gran Canal. En algunas de reciente construcción, aparecen también otros tres dientes que simbolizan las 3 islas mayores de la laguna de Venecia (Murano, Burano y Torcello).

 




















Las mejores vistas de las que hemos disfrutado (disculpad la mala calidad de los videos, fueron grabados con el móvil):

Desde la iglesia de Santa María de la  Salute, justo donde se unen el Canal Grande y el Canal de la Giudecca:



En la Riva degli Schiavoni, desde donde se observa San Giorgio Maggiore, la entrada al Canal de la Giudecca, Santa María de la Salute y la entrada al Canal Grande: 






 
Desde la terraza de los grandes almacenes de lujo Fondaco dei Tedeschi, al lado del Puente Rialto:




En la Fondamenta San Giovanni (Giudecca):




Y la mejor de ellas, desde la iglesia de San Giorgio Maggiore: 


 

La noche en Venecia:

A partir de las seis de la tarde se reduce por completo el tráfico de barcos, el sol se esconde, los farolillos se encienden, desaparece el bullicio de la gente y Venecia se funde con la noche poco a poco. La magia se deja ver todavía más, los enamorados desprenden aroma a limpio y perfume fresco, salen de cena y se sienten únicos sobre las pocas góndolas que navegan de noche por los canales... en realidad, todos nos sentimos únicos espectadores de tamaña belleza... y, sobre todo, muy afortunados...


Espero que hayáis disfrutado con la crónica de este viaje y que haya servido para llevar un poco de Venecia hasta vuestras vidas, además de invitaros a curiosear en su interesante y rica historia. Me despido con una palabra que tiene su origen en Venecia... Ciao!!





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