Mapa de la ruta (aprox. 359 km.): Mapa
Una ruta que uno no debe perderse del interior de Galicia, con algún tramo espectacular... los Cañones del Río Sil.
Salíamos de casa con un día frío pero muy agradable para circular. Una primera parada en Ribadavia nos descubriría la labor de rehabilitación que se está haciendo en el casco antiguo de esta población a orillas del Miño. Su barrio judío merece la pena un alto en el camino.
Ribadavia, capital del Reino de Galicia del 1064 al 1071, conserva parte de su muralla medieval, fechada en 1157, las ruinas del Castillo de los Condes de Ribadavia y posee una de las juderías mejor conservadas de España con su propia sinagoga. Fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1947. Además, actualmente es la capital de la Comarca del Ribeiro. Información
Tras un par de chocolates calentitos, continuamos hacia la entrada a una de las rutas más conocidas de la Galicia interior.
Carreteras entre paisaje todavía otoñal, riachuelos rebosantes de agua... curvas y subida en altura nos llevaron hasta el Monasterio de Santo Estebo de Rivas de Sil, el más conocido de la Ribeira Sacra y que conserva uno de los pocos claustros románicos de toda Galicia.
El Monasterio, que hoy día se ha convertido en Parador, se encuentra en un lugar privilegiado
De nuevo en la carretera, unos paisajes de colores impresionantes parecían haber sido reservados exclusivamente para nuestro disfrute. Si queréis hacer esta excursión, adelante con ella en esta época siempre y cuando no llueva demasiado o no haya niebla.
Tras el Monasterio, la carretera se convierte en un disfrute para los sentidos, rodando por las alturas y descubriendo los famosos Cañones.
Poco después de uno de los miradores señalizados, dejamos la moto y bajamos monte a través para disfrutar de las vistas sobre el río (precioso, ¿verdad?)
Allá a lo lejos se aprecia el catamarán que hace la ruta de los Cañones (era uno de los últimos días, cierra de principios de diciembre a mediados de marzo) Río Sil
Continuamos camino con calma para empezar a bajar y descubrir un río menos espectacular y con el dibujo de los viñedos imposibles de la Ribeira Sacra
Nuestra siguiente parada era para comer en Castro Caldelas, comprar una de sus riquísimas "bicas" y bajar la comida subiendo a su castillo. ¿Dónde comimos? en la Pensión rústica Caldelas Sacra, subiendo hacia el castillo, con la chimenea calentando nuestros cuerpos y un caldo corriendo por nuestro interior ¿Dónde compramos la bica? en una tienda de la plaza principal que también es cafetería (os toca a vosotros averiguar qué es la bica).
Vistas desde el castillo |
De Castro Caldelas nos dirigimos al embarcadero del Sil, dirección Monforte, una parte de la ruta diferente en la que se bordea la montaña entre viñedos empinados que llegan hasta el río y que te hacen imaginar lo dura que era la vendimia cuando los romanos empezaron a cultivar vino; posteriormente serían los monjes de los numerosos monasterios de la zona quienes continuarían con este sacrificado trabajo.
Se empezaba a hacer de noche, la lluvia hacía acto de presencia y nos despedíamos del Sil con esta hermosa vista
Nuestra siguiente pausa, el Parador de Monforte para tomar un café bien calentito y llegada a casa algo mojados pero muy contentos de haber vuelto a visitar esta zona en la época del año más bonita para hacerlo.
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